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universidad (4)

Cerró hace pocos días el proceso de convocatoria de COLCIENCIAS para el Reconocimiento de Grupos de Investigación e Investigadores; también en estos días se publica lo que ya es una andanada de ranking de universidades, tanto de mediciones internacionales como algunos naccionales. Situaciones estas que de a poco se convierten en un "deja vú", de una parte, las instituciones y los investigadores corriendo a cargar en el poco amigable CvLac su producción científica y tecnológica; y de otra, los hacedores de ranking publicando sus resultados.

En relación con los ranking, hay que decir que los medios de comunicación hacen lo suyo; las notas sobre "las mejores universidades" ya hacen parte del libreto recurrente, y como suele suceder, esas notas acentúan el sentido simplista de la noticia del momento: "las mejores universidades" dicen los periodistas, y mencionan sin entender, los criterios que tuvo quien publica el dichoso ranking para decir que una universidad es - supuestamente - mejor que otra. Y en esto, hay que decir también que los directivos de las universidades suelen sucumbir ante el "show mediático" y rápidamente salen a mostrar como un logro el aparecer en X o Y lugar del ranking de turno; se esperaría una mirada mas crítica de parte de quienes dirigen instituciones de educación e investigación, pero lamentablemente no siempre sucede.

¿Son malos los ranking?

Considero que sí, son perversos. Y quiero aportar elementos complementarios a las críticas que ya se han realizado sobre el tema; de las cuales, instituciones como el Observatorio de la Universidad Colombiana han hecho difusión (https://www.universidad.edu.co/los-rankings-de-las-instituciones-de-educacion-superior-una-revision-del-panorama-internacional/). Dentro de estos elementos tenemos:

1) Los criterios y variables que se toman para construir la escala, suelen tener un sesgo que carece de un fundamento técnico; son determinados de forma arbitraria por el hacedor del ranking, cayendo en situaciones que bien pueden ser injustas e imprecisas para definir que una universidad es mejor que otra.

Piensen en lo siguiente: tomar como base el número de "premios Nobel" que ha tenido una universidad como estudiantes o que tiene como docentes, de entrada determina que un porcentaje de la calificación está centrada en un conjunto de personas que puede no superar 100 en número de investigadores activos en todo el mundo, y las 600 en toda la historia.

Pero además, para el caso del Ranking ARWU no son tenidos en cuenta los Nobel en Paz y Literatura, si una universidad contratase como profesora a Rigoberta Menchú o a Malala Yousafzai (por no mencionar a Juan Manuel Santos) no gana nada en la medición, a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú) no le suma nada que Mario Vargas Llosa haya estudiado ahí, o a la Universidad de Chile haber tenido como graduado a Pablo Neruda. Este ranking lleva años, no cambia su método y poco o nada se habla de estos criterios cuando se publican los resultados.

2) Las metodologías de construcción de ranking son basadas comúnmente en modelos de ponderación por factores, estos modelos son altamente afectados por el sesgo de quien mide (como se muestra en el punto anterior) pero además son manipulables, y de allí las críticas que reciben instituciones como Sapiens Research en Colombia.

Además, en tiempos del big-data y la inteligencia artificial; hacer ranking basados en ponderación por factores y con información secundaria, es tarea de niños de colegio, es tomar cuadros de Excell y hacer sumas y multiplicaciones que no revisten mayor complejidad. No he visto hasta ahora, un ranking que utilice medidas estadísticas como la correlación o la desviación estándar para construir sus índices, mucho menos que usen métodos como las ecuaciones estructurales o lógica difusa; o que al menos se centren en la relación insumo-producto. 

Decir que X universidad es mejor que otra porqué "produce mas", sin tener en cuenta el presupuesto,  el coste de la matrícula, el número de estudiantes o la ubicación regional es mas que injusto.

Hacer una estratificiación y decir que una universidad es la #1 y otra la #2, sin hacer notar la diferencia en el índice calculado, induce al error, tal como sucede cuando se dice que en Colombia la U. Nacional es la primera (lo cual es obvio, por su presupuesto) y de ahí corre un listado de instituciones cuyos resultados muestran gran asimetría. ¿debería un Rector sacar pecho porqué su institución está en un determinado puesto, obviando esa asimetría? ¿tiene sentido decir que se está en las 10, 20, 30 o 1000 mejores?

Nota importante: los modelos de ponderación por factores no son malos por sí mismos, son una herramienta ágil para tomar decisiones en ámbitos empresariales u organizacionales, y en casos como el Modelo de Medición y Reconocimiento de Grupos de COLCIENCIAS, se observa como el gran esfuerzo está en procurar una acertada definición de las variables, medios de verficiación y evidencia; y además, ese modelo de COLCIENCIAS incorpora variables dinámicas al asignar una valoración a la comparación de la producción de un Grupo de Investigación respecto del acumulado histórico de los grupos en su área de conocimiento.

3) Muchos de los ranking se degeneraron; el hacedor de ranking vende consultoría para subir en el mismo; o vende diplomas de que se está rankeado; o vende eventos tipo feria de posgrados y curiosamente las universidades que pagan por estar en el evento, luego aparecen mejor en el ranking. ¿y el debate ético? Se soslaya diciendo que son organizaciones privadas, que tienen métodos propios, y que claro, al tener mas interacción con una institución (por efecto de la consultoría) tienen mas y mejor información para hacerla subir en la clasificación. No se puede olvidar que estamos hablando de educación, no solo como actividad de un conjunto de organizaciones que venden servicios, sino que la educación es un derecho. Manipular con pobre cirterio ético, las cifras o la percepción de la sociedad sobre la calidad de una institución de educación es atentar contra el derecho a la educación.

¿Y el currículo?

En Colombia, toda entidad de educación superior, e incluso las de educación para el trabajo, deben contar con un currículo, que se supone es mucho mas que un simple plan de estudios y es el resultado de una reflexión de la comunidad en torno al deber ser de la institución y sus programas de formación. El Currículo responde a lógicas, pero sobre todo a realidades del entorno en donde una institución imparte formación, y por esto mismo, los resultados de un ranking resultan casi irrelevantes, a menos que el único o principal fin de una universidad sea vender prestigio.

La globalización se basa en la movilidad de saberes, en la posibilidad de acceder al conocimiento de otros lugares del mundo sin la restricción de las fronteras legales o físicas; pensar global para actuar local, y ese actuar local implica “estrellarse con la realidad” y pensar como efectivamente se afrontan los retos de formar personas de manera integral. Recuerdo en esto, alguna conversación que tuve con José Luis Villaveces (q.ep.d) quien cuestionaba el despeño de “las mejores” universidades - aún trabajando para una - con una pregunta: “¿qué tiene mas mérito? ¿tomar a los mejores bachilleres, provenientes de familias con capacidad económica y formar apenas, unos buenos profesionales? o ¿hacer de unos bachilleres con muchas deficiencias, unos profesionales competentes y por esa vía transformar vidas y entornos? La pregunta es mas que vigente.

Esas instituciones que le apuestan a la educación centradas en un propósito fundamentado en el currículo, son buen ejemplo para el conjunto de instituciones de educación superior que afrontan serios problemas por falta de estudiantes, reducción de ingresos por matrícula y carencia de presupuesto. Puede uno suponer que siendo un requisito mínimo, todas las instituciones de educación superior lo hacen, pero no es así; las prácticas en las IES están llenas de incoherencias:

- instituciones que dicen “formar en investigación” y “proyectos” pero eliminan las opciones de trabajo de grado que implican investigar, las cambian por diplomados y hasta por supuestas pasantías que son descritas por los mismo estudiantes como paseos.

- instituciones que hacen esfuerzos en investigación, pero sólo para publicar artículos o libros, y sus mismos estudiantes ni se enteran de lo que la universidad hace.

- y ni hablar de las instituciones, donde todo el discurso de “formación integral”, “calidad académica”, y etcétera, se agota cuando el estudiante dice que no continua y no va a pagar matrícula; llega entonces el mensaje al docente: “bájele a la intensidad”, “no pueden perder tantos”, “no arriesgue su contrato”.

Muchos jóvenes no se hallan yendo 5 o mas a años a un salón para tener un título que además, no asegura mejores ingresos o prestigio; y si se trata sólo de eso: de ganar plata y tener fama, para esos jóvenes es mejor opción ser Youtuber que ser graduado de una universidad. A esos jóvenes, a diferencia de los periodistas y de muchos directivos universitarios, el puesto en uno de tantos ranking no les dice nada.

José Ramiro Bertieri Quintero 

Subgerente y Responsable de I+D+I en TEAM Ingeniería de Conocimiento

https://scienti.colciencias.gov.co/cvlac/visualizador/generarCurriculoCv.do?cod_rh=0000190152

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Este libro, que se presenta en dos volúmenes, es resultado de un proyecto de colaboración entre la Red Universidad-Empresa ALCUE y la FAEDPYME, en conjunto con la UDUAL y la AUIP.

El lector encontrará 50 casos de estudio sobre distintos modos de la vinculación. Los artículos que encontrará dan sustento empírico a los análisis y propuestas relativas a la naturaleza de las relaciones Universidad-Empresa y su desarrollo progresivo en el espacio ALCUE, y con ello se hace un aporte útil para el avance del estado del conocimiento sobre el tema.

En el segundo volumen de este libro se incluye la presentación del caso "Desarrollo de cadenas de innovación abierta en el sistema regional de innovación Bogotá, Cundinamarca; experiencia de cooperación entre la Universidad Distrital y TEAM Ingeniería de Conocimiento" en el cual se describe en parte la experiencia de ejecución del proyecto que da lugar al trabajo de nuestro portal OPEN.

Descargue el libro en este enlace:  http://www.redue-alcue.org/website/publicaciones.php

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Autonomía de doble filo

La Autonomía Universitaria, arma de doble filo, baluarte que ha permitido defender la Universidad Pública, pero también un elemento para evitar que se vea hacia adentro, la Universidad Pública parece haber quedado congelada en el tiempo, estar en los años 80. La burocracia, la exigencia del "papel" en los trámites, la falta de competitividad de los actores de la administración en los diferentes niveles reflejan esta situación. Vemos como muchas entidades públicas se intentan modernizar en sus procesos, como modernizan sus plantas, como implementan estrategias cero papel, todos sus trámites en Internet gratuitos, pero la Universidad Pública se resiste, al entrar a la Nacional (que es el espacio de Universidad Pública que tengo más cerca) se siente viajar en el tiempo, y esta situación ayuda en la crisis que anda. Temas como el teletrabajo suena en la Nacho como tema de ciencia ficción, entre directivos y trabajadores. Solo basta con ver el matrimonio de sus procesos con el Banco Popular, una entidad igual de arcaica.

Pero la soberbia de creer que la Universidad pública cuenta con los sabios del país, y que los mismos están sobre el bien y el mal, ayuda a profundizar aún más esta crisis, los demás actores de la sociedad marginan a la institución y por eso la participación de la Universidad en órganos de influencia es casi nula.

Es triste ver como la Universidad se va destruyendo desde adentro, ver como la incompetencia se ve crecer cada día, ver como órganos internos se degradan cada día más, y muchos de los que se encuentran adentro usan la Universidad como si fuese su propia empresa.

Carlos Andrés Morales Machuca

Ingeniero de Sistemas

MsC (c) Gestión de la Innovación

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La interdisciplinariedad, transdisciplinariedad y multidisciplinariedad son conceptos muy utilizados en el ámbito académico, donde un común denominador es la exaltación de las bondades que trae estas tendencias en el desarrollo de la investigación científica.

La Universidad Nacional de Colombia ha sido uno de los blasones de la producción científica del país, sin embargo, Colombia continúa en una posición pobre en los rankings de productos científicos a nivel mundial.

Si se tiene la noción que la articulación de diferentes disciplinas dentro de las áreas de conocimiento permiten un desarrollo integral, completo y de mayor utilidad para profesionales y científicos inmersos en muchas conductas, ¿por qué la Universidad Nacional de  Colombia en gran parte de sus órganos se empeña en evitar que estas condiciones de convergencias de diversas doctrinas sobre un mismo área del saber se dé para los funcionarios encargados de la formación? aun cuando en la retórica la misma Universidad reconoce la utilidad del trabajo con participación de diferentes conocimientos y diferentes técnicas.

Llama mucho la atención los perfiles definidos en la convocatoria del concurso profesoral 2013 de la Universidad Nacional de Colombia, donde refleja algo contrario a la teoría inicialmente planteada, la Facultad de Agronomía, por ejemplo, solo admite ingenieros agrónomos o agronómicos en la mayoría de sus vacantes, aunque se reconoce que hay algunas pocas profesiones adicionales incluidas. En la facultad de artes, en el área de diseño e innovación, solo admiten un diseñador industrial, pero la pregunta es ¿Por qué se deja tan cerrado?, si hay ingenieros o artistas con formación y experiencia en el campo y con conocimientos diferentes que se puede complementar con el resto del cuerpo docente.

La facultad de Derecho es una de las unidades que muestra más profundamente esta tendencia a ser endogámica en áreas del saber, todas sus vacantes solo se dirigen a abogados, cuando bien es sabido que profesionales del área de la administración, las ciencias económicas, entre otras, cuentan también con profesionales de amplia experiencia, formación y conocimiento en áreas tales como relaciones laborales o seguridad social. Así se puede observar con muchas de las convocatorias.

Lo reconfortante es que no sucede en todas las facultades, la Facultad de Ciencias Económicas, solicita, como muestra, profesional en Ciencias, Ciencias Económicas o Ingeniería. Esto deja ver como se abre la posibilidad a muchos profesionales de diversas disciplinas que pueden acceder a la oportunidad de compartir su conocimiento sin encerrarse en una sola profesión.

Es común, hoy en día, ver como los profesionales realizan sus estudios de posgrados en áreas, a veces, muy alejadas del núcleo temático  de su pregrado pero logran articular esas materias generando nuevo conocimiento útil para la transferencia a la sociedad. Conozco casos cercanos de profesionales del área de la salud con maestría en temas de economía y son muy buenos en ambas plazas. Ingenieros con posgrados en ciencias sociales, politólogos expertos en uso de TICS, enfermeras expertas en construcción de procesos y procedimientos en organizaciones, ingenieros de sistemas autoridades en innovación industrial, ingenieros químicos considerados eminencias en estudios de organizaciones.

El objetivo de este escrito es dejar el mensaje en el ambiente, para que reflexionen los encargados en la construcción y definición de perfiles de personal, no sólo en el ámbito docente, también en las organizaciones de toda índole. Es más importante fijarse en las competencias más que en las profesiones, evaluar campos de experiencia mucho más que disciplinas de formación. El conocimiento no debe encasillarse, se debe evitar la endogamia profesional para ser más productivos.

 

Carlos Andrés Morales Machuca

Ingeniero de Sistemas candidato a magister en Ingeniería Industrial – Gestión de la Innovación.

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