"La verdad no le veo futuro a su idea, cuando tengo un asunto con marcas se lo dejo al abogado"; así se expresó uno de los socios de un startup colombiana dedicada a las aplicaciones para taxis; estábamos participando de un programa de formación de emprendedores del Founder Institute en Colombia, él como mentor y yo como “estudiante”; mi idea estaba orientada (y lo siguen aún) a proveer servicios para gestionar de forma más eficiente los activos intangibles en las empresas; un proyecto con el cual espero avanzar más en serio este año.
Como en muchos casos que conozco; en nuestro entorno los empresarios actúan comúnmente, sobre la base de ideas pre-concebidas lo cual es una barrera para incorporar conocimiento en sus procesos y en sus negocios. Esto ciertamente es lo que sucede cuando se habla de propiedad intelectual (PI) y activos intangibles, y se considera que es un “asunto de abogados”; si bien es cierto hay algunos límites que el ejercicio de las profesiones imponen (ej: la representación ante la justicia, la firma de estados financieros, o la prescripción de medicamentos) buena parte de las actividades propias de los negocios no reconocen esos límites, muchos de los asuntos que se consideran “asunto de abogados” no lo son, como la gestión financiera no es asunto exclusivo de contadores, o la salud ocupacional, no es asunto exclusivo de médicos.
Es el caso de la gestión de activos de intangibles, lo primero sería entender que se trata de una evolución de los conceptos de propiedad intelectual; la mayoría de intangibles en una organización están definidos por la teoría en este ámbito:
- Propiedad industrial, que comprende signos distintivos (marcas), nuevas creaciones (patentes, diseños) y variedades vegetales
- Derecho de autor, que comprende obras artísticas y musicales, obras literarias, obras audiovisuales, software; y los derechos conexos (reproducción, interpretación, adaptación, traducción, entre otros).
- Los secretos empresariales.
Además de lo anterior, existen otros activos como los nombres y dominios de Internet, los datos personales, sobre los cuales la trata la teoría de PI avanza en su caracterización. De forma complementaria la teoría contable ha desarrollado los conceptos de “Good Will” o Crédito Mercantil y Know How, asociados también a activos intangibles.
Lo segundo es establecer una diferencia básica; realizar trámites no es lo mismo que gestionar; y proteger un activo desde el punto de vista legal; no es lo mismo que generar valor a partir de su uso o comercialización. Veamos algunos ejemplos.
- Una persona en el grupo Startup Colombia en Facebook, preguntaba sobre un conflicto entre el interés de su cliente en tener exclusividad sobre un desarrollo de software y el interés de él por vender ese mismo desarrollo a otros clientes. En este caso estamos hablando de un aspecto relacionado con la estrategia, cualquiera de las dos opciones es posible; pero “exclusividad” es un factor que incrementa la propuesta de valor y en consecuencia debe ser tenido en cuenta a la hora de negociar el precio. Su cliente debe también considerar la relación costo-beneficio de dicha exclusividad; si logran ponerse de acuerdo, ahí si eventualmente se requiera un buen abogado que estructure el contrato, y los trámites de registro del software - en Colombia - pueden ser realizados: sin costo, sin intervención de abogado y totalmente en línea en la web de la Dirección de Derechos de Autor.
- En un grupo de empresas que desarrollan un esquema asociativo, comparten intereses y hacen negocios en conjunto; varias de ellas estaban en proceso de certificación de la norma BASC y por cuenta de ello debían contar con una “cartilla de prevención de alcoholismo y sustancias PSA” (una obra literaria); cada empresa diseñó su propia cartilla, destinando tiempos de personal y otros recursos para ello, al final cada una tenía su propio desarrollo. La cartilla no tiene una especificidad, bien podría haberse contratado un solo diseño conjunto, o más fácil; haber otorgado “licencia de uso” de la cartilla de una de las empresas para todos. La asociatividad es un medio para compartir recursos y también aplica para bienes intangibles.
- En una empresa de servicios de comercio exterior, un empleado tiene dominio de la herramienta Ms Excell© y por cuenta de ello ha podido desarrollar un conjunto de formatos que le permiten hacer su trabajo mejor y más rápido que otros empleados que realizan labores similares a la suya. Los demás colaboradores no acceden a dichos formatos, y más allá de reconocer que él es “muy bueno con el Excell” en la empresa no se conoce a ciencia cierta cuales son las ventajas de dicho formato y no se tiene registro del mismo. El dueño de la empresa presume que ese formato es “propiedad de la empresa, porque fue desarrollado en horas laborales”, pero el empleado alega que no fue así y que además, la empresa no le reconoce ningún incentivo por compartir el formato ni lo contrato por su habilidad con ese software. Un “simple formato” de hoja de cálculo muestra como la empresa: i) no conoce ni protege debidamente sus activos intangibles, ii) no gestiona estos activos para tener mayor productividad, iii) no incorpora elementos de la gestión de intangibles en procesos de contratación de personal, prácticas laborales o incentivos
En Colombia y otros lugares del mundo, con la implantación de las Normas Internacionales de Información Financiera, ha surgido la obligación de hacer visibles los intangibles en la realidad contable de la empresa; es un primer paso. Si se tiene un activo como un mueble o un computador el cual no se utiliza, normalmente se da de baja o se busca “ponerle oficio” para generar ingresos, ahorros, mejor ambiente de trabajo o más productividad. De igual manera se debería gestionar una librería o unas líneas de código en una empresa de software, una fotografía, un render o un boceto en una empresa de diseño; o una marca registrada en cualquier negocio.
La llamada Cuarta Revolución Industrial, es un escenario de innovación abierta donde se incrementarán las transacciones con activos intangibles; en vez de mover mercancías por el mundo en barcos y contenedores, las empresas moverán archivos digitales que podrán ser utilizados en impresoras de 3D; para hacer negocios basados en Big Data se necesitan datos (sí, es obvio); quien tenga los datos, tiene un activo valioso. En este escenario no basta con proteger la propiedad intelectual, muchos menos con creer que la gestión de intangibles es “asunto de abogados”, el reto es generar valor a partir de ellos ¿están usted y su organización preparados?.
Agradezco todos sus comentarios
JOSE RAMIRO BERTIERI QUINTERO
Ingeniero Industrial - Msc en Sociedad de la Información y el Conocimiento