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Iniciaremos un ciclo de columnas sobre temas de propiedad intelectual; y su importancia con los procesos de innovación. Pretendemos ir más allá de las definiciones y del concepto jurídico, para plantear una discusión en términos del sentido estratégico que tienen activos de propiedad intelectual en la lógica de los procesos de innovación.

¿Propiedad intelectual? Sí, el nombre bajo el cual se agrupan las creaciones del intelecto humano y consecuentemente, configuran los llamados "derechos de propiedad intelectual" como un medio para proteger el interés del creador de una obra. Conceptualmente, se clasifica en “Propiedad Industrial” (patentes, marcas, dibujos, modelos industriales e indicaciones geográficas) y “Derecho de Autor” (obras literarias, obras artísticas, obras musicales, fonogramas, diseños arquitectónicos, material audiovisual y software). Como bien se observa, son múltiples tipologías de obras por ello conviene contar con un mínimo de ilustración sobre el tema y acudir a servicios de asesoría para no incurrir – por acción u omisión – en errores que pueden llevar inclusive a la quiebra.

¿Propiedad intelectual en la empresa? Efectivamente, en las empresas es de suma importancia incorporar prácticas para la protección y/o respeto a los derechos de propiedad intelectual; en este sentido, conviene analizar de la forma como intervienen estos derechos en las diferentes actividades y procesos de negocio. Es bastante frecuente encontrar empresas que se exponen a riesgos de forma innecesaria, por no contar con una estrategia ni con procedimientos básicos de propiedad intelectual.

¿Si hablamos de “derechos”, es un tema de “abogados”? No necesariamente, si bien es cierto, se debe atender una base conceptual jurídica, las decisiones estratégicas del negocio relacionadas con propiedad intelectual implican pensar antes de actuar. Dentro del trabajo que nuestra consultora viene realizando con PYMES de la Bogotá – Cundinamarca nos hemos enfrentado a situaciones como la que describimos a continuación:

• Frente a la pregunta ¿Tiene usted marca(s) registrada?; es recurrente la respuesta “sí, en la Cámara de Comercio”; hasta ahí se refleja un tema de desconocimiento (las marcas se registran en la Superintendencia de Industria y Comercio www.sic.gov.co). En los casos donde se ha realizado registro de marca, se observa que en muchas ocasiones se protege el nombre de la empresa  y no las marcas de los productos, sin observar que para la estrategia de negocio el nombre de la empresa puede ser poco relevante (ej: Nalsani S.A. y su marca Totto). Es prudente construir primero algunos elementos básicos de la estrategia de marca antes de incurrir en los costos y tramites de registro (nombre, colores, logotipo, disponibilidad de dominio web, marcas competidoras).

• Frente a la pregunta ¿cómo protege la confidencialidad de la información en su empresa? “Nuestros contratos laborales incorporan una cláusula de propiedad intelectual” contestan casi con orgullo. No se comprende que estas cláusulas en los contratos resultan inocuas, si no se cuenta con procedimientos y prácticas que permitan especificar caso a caso, cuál es esa información que pertenece a la empresa y que se considera confidencial de modo que en el evento de una acción legal pueda probarse que efectivamente se incumplió el contrato. La confidencialidad, no es tema de resorte exclusivo de trabajadores; incorporar cláusulas de confidencialidad en documentos que se comparten con proveedores o clientes – cuando sea pertinente hacerlo – contribuye a prevenir riesgos asociados a plagio de propuestas comerciales, colusión, competencia desleal, etc.

Actualmente la Cámara de Comercio de Bogotá promueve la adopción de prácticas de protección de propiedad intelectual, en el marco del programa Propiedad Intelectual Colombia, nuestra consultora está certificada por este programa para realizar acompañamiento, si su empresa desea participar del programa puede escribirnos a team@teamconsultores.net 

Att,

Ing. José Ramiro Bertieri Quintero

OPEN Innovación Abierta