Por: José Ramiro Bertieri Quintero
Han sido publicados los resultados anuales del Índice de Competitividad Global de WEF (Foro Económico Mundial), la noticia aparentemente buena es que nuestro país subió 3 puestos. Y es "aparentemente buena" porqué el informe del WEF manifiesta que se cambiaron algunos elementos de la metodología, con lo cual y sin ánimo de ser pesimistas, conviene en cualquier caso hacer notar esa situación. Si se revisan los informes de otros años, por ejemplo; se observa que este mismo lugar en el ránquin (57) ya lo había obtenido Colombia en el año 2017. Es decir que se recuperó la posición perdida en tiempo anterior.
Algo muy importante de lo metodológico es hacer notar que los resultados presentados en año 2019, se basan en datos de los años 2018, e incluso en algunos datos de 2017. Como quiera que la propaganda institucional es muy hábil para presentar como logros propios, el trabajo ajeno; y que ha hecho carrera esa la práctica de poner el "espejo retrovisor" a conveniencia, hay que dejar algo en claro. Estos resultados coinciden con lo que dejó el gobierno anterior, no reflejan en nada o en muy poco, la gestión del actual gobierno; para bien o para mal.
Analizando algunos datos del índice:
- Uno de los pilares con calificación negativa, y bajando; es de la institucionalidad. Temas como la transparencia, la libertad de prensa y la construcción de capital social se muestran como rezagados para que nuestro país sea mas competitivo.
- La infraestructura muestra leves progresos, y una mala calificación por la "eficiencia de los servicios de líneas de tren" (¿cuales?). Justamente aquí se observan los temas metodológicos, pues en este item y con calificación mas baja que en 2018, Colombia subió 26 puestos en el ránquin global, se hace notar que la sola mención al puesto puede engañar.
- Los pilares relacionados con la adopción de tecnologías de información y la estabilidad macroeconómica muestran comportamiento estable, con leve alza
- En los demás pilares, se observa que los cambios no son significativos, en algunos casos a pesar de subir en la calificación se cae en el ránquin.
En términos generales, mas que un desempeño sobresaliente; lo que sucedió es que Colombia mantuvo sus índices y en cambio otros países (caso India) tuvieron dificultades.
Mas allá de la simple noticia y para detenerse en el análisis, el informe 2019 incluye un apartado donde analiza una variable de inequidad en un sub-conjuto de países,y está relacionado con la movilidad social evaluada en función del número de generaciones que tarda una familia pobre en convertirse en una familia de ingreso medio. El resultado muy malo para Colombia, y es un llamado a revisar los propósitos de país.
En Colombia - según datos del WEF - una familia pobre necesita 11 generaciones para convertirse en una familia de ingreso medio. El número de generaciones necesarias para aquellos nacidos en familias de bajos ingresos (10% inferior de los ingresos distribución) para alcanzar ingresos medios en su sociedad. Las cuentas de forma simple, una familia del decíl mas bajo de ingresos necesitaría algo así como 220 años para lograr un ingreso igual a la medía/país. En esto no tiene sentido compararse con los países desarrollados, pero en Chile el valor es casi la mitad (6 generaciones), en India y China, países con mas de 1000 millones de habitantes es de 7 generaciones; Sudáfrica o Brasil que tienen índices de competitividad similares muestran un valor de "solo 9 generaciones", mucho menor que el nuestro.
Imagen tomada de The Global Competitiveness Report 2019
Estos índices se prestan para todo, para lecturas simplistas o para mensajes amañados que hacen ver progreso donde no lo hay. El informe 2019 del WEF es un llamado para nuestro país, el problema de fondo es la inequidad. No puede ser que como país aceptemos que haya personas cuyo destino manifiesto sea la miseria, y simplemente no hagamos nada.
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