SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIAS COMO METODOLOGÍA
De acuerdo con Jara; la práctica es la más importante fuente de aprendizaje y la que está más a la mano. El ¿Cómo aprender de ella? es un desafío metodológico técnico y político; en la medida que la práctica permite construir capacidades y poder. En ese empeño coinciden tres esfuerzos complementarios: la evaluación, el seguimiento o monitoreo de la acción y la sistematización de experiencias” (Jara, Para sistematizar experiencias, 1994).
La Sistematización de Experiencias como proceso metodológico de conocimiento ha sido reconocida como un estilo de investigación socio-crítico orientado por intereses teóricos emancipadores, transformadores de realidades, procesos y prácticas asociadas al cambio social.
Con base en los trabajos de autores como: (Bickel, 2006), (Jara, Dilemas y Desafios de la Sistematización de Experiencias, 2001) entre otros; se puede afirmar que la Sistematización de Experiencias comprende al menos los siguientes momentos o etapas:
1) -- La Experiencia Vivida. Representa el punto de partida, sobre esta se definen: El Objeto, Objetivo y Eje de Sistematización. La coherencia entre estos tres elementos y la claridad en la definición son fundamentales, en la medida que orientan todos los pasos de todo el proceso.
- El Objetivo de sistematización responde a la pregunta ¿para qué va a servir esta sistematización?; de alguna manera implica establecer una priorización sobre aspectos de la experiencia en los cuales se pretende hacer énfasis; y guarda relación con las hipótesis asociadas al proceso de sistematización.
- El Objeto indica la ubicación espacio temporal de la experiencia o parte de la experiencia que se quiere sistematizar; e inclusive puede llegar a incorporar aspectos de orden institucional u organizacional que determinan o describen el Objeto.
- El Eje de Sistematización determina los aspectos centrales de la experiencia sobre los cuales aplica la sistematización. Se relaciona con apuestas de índole política y/o estratégica (los cambios que se pretende generar) y con la misión específica de la organización que realiza la sistematización. El eje de sistematización es determinante para orientar todo el proceso, dado que es la base para definir el tipo y las fuentes de información que se requiere en el proceso.
2) -- El Plan de Sistematización; cuya definición implica normalmente un margen de flexibilidad respecto la secuencia de actividades que componen el proceso de sistematización. La formulación del plan tiene especial utilidad en la medida que permite ajustar las actividades y recursos propios de la sistematización en función de los hitos o eventos de proyecto; entendiendo que el proceso de sistematización de subordina a los tiempos de la experiencia a sistematizar.
3) -- El Trabajo de Campo; corresponde a la compilación de los principales momentos de la experiencia (reconstrucción histórica) alrededor del eje de sistematización y la identificación de las principales etapas del proceso vivido. Comprende el uso de técnicas diversas como: entrevistas, dinámicas grupales, análisis de documentos, observaciones de expertos externos, análisis de videos, entre otras.
4) -- El Ordenamiento de la Información; A partir del eje de sistematización se determinan los principales aspectos a tomar en cuenta, y alrededor de estos se organiza la información recaudada.
5) -- Análisis e Interpretación; se puede considerar la etapa central del proceso; permite la aplicación de diferentes técnicas de análisis, teniendo presente que este se realiza desde una posición No-neutral; así mismo, que la interpretación en la sistematización no es una simple explicación de lo que sucedió para justificarlo, sino que tiene un carácter crítico. Es una comprensión de cómo se pusieron en juego los diferentes componentes y factores presentes en la experiencia, para poder enfrentarla con una visión de transformación (Jara, Dilemas y Desafios de la Sistematización de Experiencias, 2001) .
6) -- Documentación de Conclusiones y Aprendizajes. Los principales aprendizajes y conclusiones emanan de la interpretación realizada anteriormente, así mismo las recomendaciones para una nueva experiencia o para mejorar la misma experiencia. (Bickel, 2006). Las conclusiones de un proceso de sistematización normalmente conllevan a establecer puntos de partida para nuevos aprendizajes; pueden ser también aspectos no resueltos o nuevas inquietudes
Una forma ampliamente aceptada de documentar los aprendizajes y conclusiones en un proceso de sistematización de experiencias es la identificación de Buenas Prácticas y Lecciones Aprendidas:
- Buenas Prácticas: pueden ser entendidas como la experiencia que se guía por principios, objetivos y procedimientos apropiados o pautas aconsejables que se adecuan a una determinada perspectiva normativa o a un parámetro consensuado, así como también toda experiencia que ha arrojado resultados positivos, demostrando su eficacia y utilidad en un contexto concreto. El concepto de buenas prácticas se utiliza en una amplia variedad de contextos para referirse a las formas óptimas de ejecutar un proceso, que pueden servir de modelo para otras organizaciones (Rueda-Catry & Vega Ruiz, 2005).
Las buenas prácticas sistematizadas, permiten aprender de las experiencias y aprendizajes de otros, y aplicarlos de manera más amplia y/o en otros contextos. Pueden promover nuevas ideas o sugerir adaptaciones y proporcionar una orientación sobre la manera más efectiva de visibilizar los diversos impactos de una intervención en las comunidades.
La búsqueda de buenas prácticas se relaciona directamente con los actuales planteamientos sobre los criterios de calidad y eficiencia de las intervenciones sociales, que abarcan no sólo la gestión y los procedimientos, sino fundamentalmente la satisfacción de las necesidades de las personas afectadas y la superación de su problemática (PlanEA, 2011).
Las Buenas Prácticas (BID, 2008) pueden también definirse como soluciones eficientes para resolver un problema. Esto implica que dichas prácticas han sido validadas mediante su uso extensivo y la obtención de resultados positivos en contextos diversos, los cuales son confirmados por evaluaciones. En consecuencia, una Buena Práctica es aquella que:
- Se ha ejecutado con comprobada efectividad
- Puede ser replicada y aplicada en otros contextos arrojando resultados similares
- Ha cumplido o sobrepasado los objetivos trazados, y ha entregado los productos esperados
- Es sostenible en el tiempo
- Lecciones Aprendidas: definidas como generalizaciones basadas en las experiencias de evaluación de proyectos, programas o políticas en circunstancias específicas, que se aplican a situaciones más amplias. Con frecuencia, las enseñanzas destacan los puntos fuertes o débiles en la preparación, el diseño y la puesta en práctica que afectan al desempeño, los resultados y el impacto de los proyectos, programas o políticas (OECD-DAC, 2010).
Una Lección Aprendida es una información útil en relación con los efectos de una acción o conjunto de acciones sobre la realidad, que es obtenida a partir de procesos de ‘ensayo y error’. Una Lección Aprendida permite optimizar el modo, foco o amplitud de una acción para su futura implementación, o evaluar la conveniencia de su no aplicación ulterior (OIT-IPEC, 2007).
Las Lecciones Aprendidas (BID, 2008) pueden definirse como el conocimiento o entendimiento ganado por medio de la reflexión sobre una experiencia o proceso, o un conjunto de ellos. Esta experiencia o proceso puede ser positivo o negativo (Ej.: fortalezas y debilidades en el diseño o implementación de un proyecto). Para que las Lecciones Aprendidas sean pertinentes y útiles, éstas deben ser:
- Aplicables, porque tienen impacto real o potencial en las operaciones o procesos
- Válidas, porque se basan en hechos verdaderos
- Significativas, porque identifican procesos o decisiones que reducen o eliminan fallas o refuerzan un resultado positivo
Los criterios que establecen el carácter de “Buena Práctica” de una determinada acción, se constituyen igualmente en las dimensiones en que se analiza una experiencia para extraer Lecciones Aprendidas. En consecuencia, una lección aprendida implica la presencia y aplicación en la buena práctica de algunos o todos los criterios establecidos (OIT-IPEC, 2007).
7) -- Comunicación de los Resultados. Da acuerdo con María del Mar Martin; (Martin, 2003) citada por (FAO, 2004), la Sistematización es por definición, un acto comunicativo; y como tal, genera una respuesta; implica una retroalimentación o retorno de la información. La comunicación representa un vehículo o medio para conseguir los objetivos de la sistematización.
La Sistematización se sustenta en procesos de comunicación que tienen lugar entre los diversos actores que participan (o participaron) en la Experiencia; es mediante la comunicación que esos actores pueden conocer la experiencia y aprender de ésta. De modo que la intención comunicativa – en primer instancia - es la de conocer el proceso asociado a la experiencia. Para ello, se debe poner en marcha una estrategia que permita intercambiar información detallada sobre la experiencia, particularmente sobre el o los ejes de sistematización.
De otra parte, la Sistematización implica necesariamente la puesta en marcha de estrategias de comunicación para divulgar sus resultados, ya sea a través de la producción de documentos, publicaciones y otros materiales de comunicación (impresos o audiovisuales), también mediante la organización de eventos de socialización y retroalimentación. En este caso, la intención comunicativa será la de dar a conocer esos resultados, con el fin de propiciar el intercambio de experiencias con personas e instituciones externas al programa; y el establecimiento de canales entre estos y los protagonistas de las experiencias.
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