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Circuló - más lamentablemente trascendió poco - la noticia relacionada con los recursos de regalías para ciencia y tecnología, según la cual la Directora de Colciencias, Yaneth Giha manifestó en la reunión de Rectores de ASCUN que hay “represados” 1,5 billones de pesos, por falta de “buenos proyectos” (El Espectador, 27 de Octubre de 2016).

Insisto, es lamentable que por cuenta de referendo, Nobel, selección de fútbol, polarización política y otras muchas noticias, este asunto haya pasado prácticamente desapercibido tanto para los medios de comunicación como para la ciudadanía; inclusive la comunidad científica hizo poco eco de este asunto.

En aras de mantener vigente y abierto el debate, me permitiré compartir algunas apreciaciones y lanzar algunas ideas, espero que algunas de ellas lleguen a la Dirección de COLCIENCIAS y/o a las personas responsables de la ejecución de estos recursos en las regiones.

¿Qué está fallando en la ejecución de recursos regalías CT+I? hay muchas carencias del Sistema de Ciencia y Tecnología, especialmente en las regiones; que se hacen evidentes en este proceso. La principal – en mi percepción – es que en este país todavía tenemos una apropiación muy pobre de lo que es el conocimiento en sí mismo y como factor de progreso. Hace más de 10 años se planteaba para el caso de Bogotá – Cundinamarca: “La peor desventaja que llevamos es la mala comprensión que de la ciencia y la tecnología tienen nuestros políticos, nuestros empresarios y en general nuestros conciudadanos, nacida en buena manera de los pésimos cursos de ciencias que tuvieron en el colegio” [Villaveces Cardozo, J.L, et, al; 2006] . Poco ha cambiado en relación con esa mala comprensión; pero ahora, muchas personas que prácticamente nunca en su vida han realizado una tarea de carácter científico, deciden sobre el presupuesto para CT+I.

La reforma a las regalías fue bien intencionada en lo que se refiere a CT+I, pero sus procedimientos han degenerado en una falacia; se supone que cualquier persona puede presentar proyectos, pero en la práctica en la mayoría de Municipios y Departamentos la selección de proyectos se hace de forma amañada, con los amigos del gobernante o con invitaciones cerradas a instituciones que tienen más capacidad de lobby que de investigar o innovar. Así, la primera explicación de ¿por qué no llegan buenos proyectos?, es porque las personas e instituciones que sí tienen capacidad de investigar e innovar  de verdad no tienen o no les interesa enredarse en las lógicas de la politiquería, el “lobby” y menos en otro tipo de prácticas “menos santas”. Muchos que han planteado o formulado buenos proyectos se han quedado en el camino, porque algún funcionario – sin siquiera escuchar o leer – decidió que no era relevante o “no era estratégico”, el poder que tienen los Secretarios de Planeación de los Departamentos para vetar o impulsar uno u otro proyecto, no le hace bien a la consolidación de Sistemas Regionales de CT+I. 

Conectando con lo anterior, hay que decir que hay problemas estructurales en el proceso de evaluación de proyectos; con los páneles de evaluación de proyectos se abrió la opción de hacer una defensa de los mismos en una lógica más asertiva que la evaluación por pares; sin embargo, cuando se hace una lectura de títulos e información de proyectos aprobados en la aplicación Mapa de Regalías (http://maparegalias.sgr.gov.co) es notorio que hay mucho “colado” con proyectos que no tienen coherencia entre título, alcance, resultados y logros. Es un proceso de aprendizaje, conectar las lógicas de la gestión de proyectos; la administración pública; y la ciencia, no es una tarea sencilla; muchos proyectos de investigación - en donde se busca comprobar o rechazar hipótesis – son subvalorados por que “solo aportan conocimiento” (como si fuese poco); muchos proyectos que buscan crear estructuras para la CT+I carecen de verdaderos análisis de sostenibilidad financiera futura.  

Los programas de becas y apoyos en formación doctoral - en un país que no tiene claro ¿para qué los doctorados? – se quedan en costos de matrícula y sostenimiento, con unos aportes muy pequeños para proyectos; con esta práctica, corremos el riesgo que buena parte de este talento que se está formando con nuestros recursos, muy pronto emigre a otros países donde tengan la opción de recibir la financiación que su trabajo requiere; ni las universidades – en su mayoría – ni las empresas, están en condición y disposición de absorber la oferta de doctores que se están formando actualmente. En la academia es común encontrar que se contratan doctores solo para “mostrarlos” en los procesos de acreditación y agobiarlos con 20 o más horas de clase a la semana (¿a qué horas van a investigar?); en las empresas - ni siquiera en las más grandes - hay la suficiente madurez para generar valor a partir del conocimiento de frontera, de nuevo aflora la mala comprensión que tienen de la ciencia nuestros gerentes y directivos, de empresas y universidades.

Otras Carencias Estructurales del Sistema: Otras falencias del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología y de la gestión de proyectos de regalías están asociadas a carencias estructurales, a riesgo de caer en lugares comunes, mencionaré algunas:

  • La “fraternidad” o “amiguismo” por encima de la calidad o el rigor: esto se hace evidente en las sesiones de formulación de planes departamentales de CT+I y en algunas convocatorias de proyectos. Los investigadores y las instituciones se alían para estructurar proyectos más por conveniencia y/o fraternidad, que por un verdadera valoración de las competencias y habilidades; se trabaja con el “compinche” no necesariamente con quien genera más valor o es más competente; este comportamiento que parece un factor común de nuestra cultura – no exclusivo de los actores de CT+I – se ve acentuado por esa condición de poder que como ya mencioné antes, tienen quienes deciden o vetan proyectos  en Departamentos o Municipios; ¿para qué calidad científica cuando lo que vale es ser amigo del Secretario, Gobernador o Alcalde? ¿Quién dedica tiempo a formular un buen proyecto si sabe que lo de menos es la calidad del mismo? y cuando las cosas fallan o requieren ser ajustadas ¿con qué independencia, objetividad y ética se exigen resultados a los “compinches”?

 

  • Debilidad en la planeación y la visión prospectiva: hace unos 10 años se impulsó desde COLCIENCIAS, algunos ministerios y otras entidades nacionales y regionales la realización de planes regionales y sectoriales de CT+I; muchos de estos planes se quedaron en documentos y/o en algunos casos se plantearon acciones marginales que no lograron consolidar inversión, políticas y trabajo conjunto para consolidar clústeres, nichos o “sectores prometedores” [Boekholt, 2016]. Las carencias en orientación estratégica de los Sistemas de Innovación tienen conexión tácita con las debilidades que desde el mismo DNP se han hecho visibles en cuanto a la capacidad de nuestros gerentes: “La calidad gerencial de las Pymes en Colombia ocupa el último lugar en Suramérica y es similar al de Kenia y Nigeria. Además, los empresarios tienen una percepción muy alta de sus capacidades” [Mejía - DNP, 2016]. En nuestras organizaciones, la planeación se realiza – en el mejor de los casos – con una lógica retrospectiva, mirando el desempeño de años anteriores, y  muy poco analizando tendencias, comportamientos económicos de largo o con base en escenarios de mediano – largo plazo.

 

  • Aversión al riesgo: investigar e innovar implica asumir apostar por lo incierto, gestionar el riesgo para reducir la incertidumbre, concretar resultados pero sin perder la vista de las oportunidades que surgen en el proceso, esto requiere abordar los análisis con una perspectiva sistémica; sin embargo, nos quedamos en pequeñas iniciativas, apostamos por las ideas que ofrecen “resultados concretos”  o “replicar experiencias de otros” aun cuando esto signifique estar siempre rezagados en la frontera del conocimiento o la innovación. Asumir riesgos no es solo una cuestión de asignar recursos, se trata de creer y confiar en la gente, ver las oportunidades, y tomar decisiones cuando así se requiere.

 

  • El no reconocimiento al talento y capacidad local: no es malo aprender y apropiar las experiencias foráneas, pero de verdad causa desilusión ver como en este país se le “come cuento” a cualquier extranjero solo por el hecho de ser extranjero. Cada semana nos visitan expertos, consultores, o investigadores, gastamos montones de recursos en viáticos, honorarios y atenciones para que estas personas nos cuenten “el estado del arte” en ciencias, estrategia o gestión. ¿Cuándo empezaremos a reconocer que en este país “hay vida inteligente”? Reitero; las experiencias foráneas sirven como marco de referencia, pero para es que tanto conocimiento foráneo en muchos casos “es caro y no sabe a bueno” ¿para qué nos gastamos recursos en formar investigadores y doctorados si al final no les vamos a creer?

En fin, nuestras carencias dan para un análisis más extenso y juicioso; prefiero no quedarme en la mirada negativa y hacer una pequeña contribución con propuestas para que COLCIENCIAS y en general los actores del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, puedan concertar y concentrar esos esfuerzos que permitan generar valor público a partir de esos recursos que hoy parece no tienen cómo ejecutarse; lanzo este listado de temas que de antemano sé que no es completo, pero seguramente los lectores podrán complementar en la lógica de “construir conocimiento de forma colectiva”:

  • El cambio climático más allá de lo ambiental: si bien lo investigación en temas ambientales no solo es tarea necesaria, también lo es el desarrollo de soluciones para problemas derivados de todo lo que implica el calentamiento global. Hace poco menos de un año estábamos atravesando una de las peores sequías; este año hemos experimentado un incremento significativo en costos de vida por incremento en precios de alimentos; no solo no estamos preparados para atender emergencias, sino que somos vulnerables pues nuestra infraestructura y hábitat han sido diseñados sin considerar el impacto de eventos climáticos extremos; al paso que vamos, pronto veremos cultivos tropicales en las zonas que antes eran de clima frío y ya no habrá donde cultivar papa, cebolla o zanahorias.  Todas estas situaciones están conectadas con el cambio climático; la adaptación va más allá de la atención de emergencias o la preservación del agua. Se requieren de grandes programas de I+D+I en este tema, con las particularidades de cada región, pero siempre teniendo en cuenta la perspectiva sistémica que demandan intervenciones que en este caso tocan cuando menos a la ciencia, la educación, la política, y la cultura.

 

  • Competir en la cuarta revolución industrial: ya en muchos países se habla de la gran cantidad de empleos que se perderán por cuenta del uso masificado de tecnologías como la impresión 3D, big-data, Internet de las Cosas, y otras más. Desde luego, en la lógica de la destrucción creativa, este escenario configura nuevas oportunidades. En nuestro país estos temas no pasan de ser “cuestiones exóticas”, temas de unos cuantos loquitos que juegan con tecnologías; estamos “sumamente ocupados” atendiendo los problemas del día a día o esperando que nos lleguen esas “nuevas tecnologías” para consumirlas de forma acrítica; olvidándonos que estos desarrollos se basan fundamentalmente en lógicas como la gestión del conocimiento, el acceso abierto, y en general en tecnologías blandas sustentadas en capacidad individual y colectiva para crear nuevos objetos de conocimiento, basados en la gestión de activos intangibles. Este es un escenario de oportunidad, donde las limitaciones por falta de recursos físicos, tecnología o capital, se suplen con talento; talento que ciertamente aquí sobra pero que necesita orientación.

 

  • La transformación de un tejido productivo incapaz de competir: suena duro, pero es real; existen según CONFECÁMARAS mas de 2,5 millones de PYMES en nuestro país; sin embargo, aquellas que incorporan más valor están concentradas en Bogotá – Medellín – Cali – Barranquilla; en las regiones, los empresarios son fundamentalmente comerciantes que ya enfrentan la llegada de cadenas extranjeras y grandes superficies que compiten con precio, calidad, promoción, etc. Las encuestas de innovación realizadas por el DANE en los últimos 10 años muestran como el número de empresas innovadoras se ha ido reduciendo año a año, lo cual es muy grave si se tiene en cuenta que desde tanto desde la esfera pública y privada se promueve - con discurso y con recursos, así sea pocos – la innovación y la competitividad; causa preocupación escuchar a algunos gremios diciendo que sus empresarios asociados “necesitan convencerse de que innovar es importante”, como dice la famosa propaganda, están en el lugar equivocado. Si le sumamos las debilidades de la gerencia que cita el DNP  y los efectos de la cuarta revolución industrial que antes mencionamos, el panorama para preocuparse y en serio; se deben tomar cursos de acción que de verdad lleven a que nuestro tejido productivo y sobre todo la gente que ahí trabaja sea competente y competitiva.

PD – Un billón y medio de pesos es muy poquita plata para cualquiera de estos temas; hay talento y capacidad de sobra para abordar grandes programas de I+D+I como los que aquí se plantean; pero necesitamos comprometernos e involúcranos; un liderazgo compartido que rompa con la costumbre muy nuestra de “espera que otros hagan”, y sobre todo salirnos un poco de los pírricos debates de izquierdas y derechas, Santos y Uribes, James vs Zidane, y otros tantos que nos distraen de lo verdaderamente importante, pasar de las buenas intenciones a la ejecución.  

Me excuso por la extensión de este escrito, que esperaba fuese más corto, gracias por su lectura, difusión y aportes.

 

José Ramiro Bertieri Quintero

Ing. Industrial – Ms Sociedad de la Información y el Conocimiento

Socio SubGerente TEAM Ingeniería de Conocimiento Ltda.

 

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Comentarios

  • Felicitaciones Inge. Excelente lectura de la problemática actual de las políticas públicas de innovación. Deseo preguntar. Soy diseñador, de un proyecto que permite, reducir la pobreza, mediante la implementación de un sistema integral de tecnologías limpias. Quien me podría ayudar a presentarlo adecuadamente a Conciencias ?. He trabajado en el, más de tres años y tengo mucha información estructurada, incluyendo costos, modelos, prototipos, y tecnologías concretas americanas, canadienses, indues, etc. Muchas gracias si tienes información, sobre procedimiento, metodologías, etc, pero lo más importante, sobre alguien, que lo lleve a la fase de implementación. He creado también una empresa en Canadá, la cual es parte del sistema, y he identificado, tecnologías concretas que podríamos implementar en ese sistema. Muchas gracias. Whats App. +1 306 700 5635.
  • Saludos Cesar Colmenares; no es seguro si COLCIENCIAS sea la vía o por lo menos, que fuese la única opción; puedes compartir información del proyecto y de tu empresa e nuestro blog, y así no solo puedes obtener feedback sino que podrías conseguir dentro de nuesta comunidad, personas que te apoyen.

  • Ingeniero,

    Muchas gracias por dejarnos conocer la radiografía presentada que en mucho desde mi perspectiva hace un diagnóstico de nuestras realidades; importante resaltar si, que ejemplos como por ejemplo esta plataforma dejan evidenciar que si se puede, y que al otro lado si hay cientos y miles de personas gestando desarrollo; promoviendo investigación y jalonando innovación; es bueno resaltar estas realidades en cuanto si  bien es cierto que no hay sistemas perfectos, también es cierto que se están asignando recursos y esfuerzos desde el sector público y privado para romper con la sinergia que arrastramos. Excelente articulo!, y mil gracias por compartirlo.

  • José Ramiro, muchas gracias. 

    Me gustaría hacer seguimiento a los proyectos de regalías que evaluamos y aprobamos.

    Por ejemplo:

    ¿Cuál ha sido la trayectoria del proyecto?

    ¿Qué problemas enfrentaron?

    ¿Lograron terminar exitosamente?

    ¿Se cumplieron las metas establecidas?

    ¿Se  aportó a la innovación realmente?.   

    Saludos

  • Saludos Laura; creo que tu comentario pone de manifiesto la necesidad de implementar esquemas de monitoreo y evaluación temprana; tus preguntas apuntan a lo que sería una evaluación post-proyecto, muy necesaria pero a mi juicio insuficiente; entre otras porque si analizamos la lógica del Sistema de Regalías, existe la posibilidad de plantear y financiar iniciativas que están en etapas de perfil y pre-factibilidad, sin embargo lo que vemos es que en muchos casos estas etapas se agotan en la misma formulación. 

    A tus preguntas, yo sumaría una indagación por todos esas iniciativas que aún no llegan a ser financiadas ¿que sucede con ellas? también indagaría por los proyectos que habiendo sido aprobados tienen problemas en sus etapas iniciales de ejecución; de tal forma que se puedan tomar acciones correctivas, esperar a que terminen los proyectos para evaluar, a sabiendas que hay problemas en la formulación, me resulta riesgoso.

  • José Ramiro, los recursos de regalías conviene destinarse a financiar programas y no proyectos. Los proyectos son coyunturales y no tienen la certeza de continuidad. Los programas dan la oportunidad de construir y acumular capacidad territorial en orden a problemas y temas clave, justificados y articulados con la comunidad académica y empresarial del país y el mundo. Si se hace una evaluación de los recursos asignados pueden encontrase problemas y es un asunto que debería evitarse. La construcción del programa tomaría el tiempo necesario para su discusión y organización, pero todos estarían seguros de que lo propuesto vale la pena y contribuirá a resolver problemas y a consolidar capacidades. 

    Saludos

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